viernes, 8 de octubre de 2010

Un chanch

Coma chancho. 
Pónga 2 cabezas de ajo. 2 CABEZAS DE AJO para el chimichurrri. Revuelva para que se abra el condimento, un rato nomás. Las patas para el jamón. La cabeza, el salpicón. (si no se la manducan los ropes...entre la olla por la noche, por favor)
Charly, qué delicia. La costillita: MMMMMMMMMMMMMMMMMMMM 
quedás de coté
Gracias Charly. La próxima te acompaño con el tomate (plantado con amor)
Gracias Alfrel.
La turqui. 

lunes, 4 de octubre de 2010

FIESTA!!!

a los niños perdidos del experimendo cero casero...
mañana.... DISCO BABY DISCO!!!

Experimendo Cero

Me voy a poner mi traje de astronauta fuxia y voy a salir a inspeccionar el planeta. tengo una nave intergaláctica con forma de chicle y la manejo nadando en el juguito de adentro. salí a experimendar la nada sin destino ni abrigo. en las costas naranjas encontré playas de helado, y al tomar del suelo, vi sobre las rocas una sirena de pelos largos enrulados en tetas desplegando sus brazos al cielo y gozando simplemente de respirar. Me convidó un helado de una cosa como kiwi y melón no me acuerdo y la invité a eso q no sabía bien qué. La nenasirena sugirió pasar por el castillo y pedir pócimas al conde. Llegamos. Entramos. Nos quedamos callados. Lo vi. Sentado en la banca de un piano de cola dorado de unos 6mts de largo. Tenía las piernas cruzadas. Le pedí q se saque las gafas para poder ver sus ojos.
Me dijo: no.
 Yo no sabía bien qué hacer ni que decir, pero a la vez sabía q no había q hacer ni decir nada.
Busco una pócima para llegar a algún lado – dije.
Yo sé que te gusta mi piano  -dijo.
Y continuó: pero no es un piano. Es un encendedor.
Tocó un sol  y salió una pequeña llama de la esquina del piano. prendió un cigarro. Fumó. Y dijo: las pócimas son una mierda. Yo voy con ustedes.
Fuimos a buscar hongos al bosque. Y encontramos uno. Era una mezcla entre un hongo y un duende. Un pitufo. Una niña. Dulce. De ojos sinceros. Ella quería ser parte del viaje. Y ya lo era.
Nada de pócimas –repitió el conde.
-Hongos. Comámonos un viaje con hongos del bosque. Y ella vino con nosotros.
Subimos los 4 al chicle y despegamos al cielo. Nos quedamos a mitad de camino, un poco más arriba que los pinos,  sin combustible naranpol. Por un instante sentimos q ser parte de cuentos de fantasía era pelotudo. Estancados, nos quedamos. Se aproxima una avioneta  y su piloto. Barba, bufanda y labios pintados de un rojo tenue. No nos saludó, pero tampoco se cagó de risa de nuestro chicle. Los unió. Tenía herramientas, raras, nunca las había visto antes. Fusionó las dos naves. Era una avioneta antigua cubierta con una capa de chicle. Estaba muy bien. Me sentí cómodo.  Su existir era menos fantasioso pero más necesario. Indispensable para mí cuento.  esperá q tomo agua.ya está-.Llegamos al cielo. A nuestro lado pasaban los chanchitos que q corrían asustadizos hacia allá. Los seguimos. Lo vimos. Tenía unos 12 años. Recostado sobre una nube con las piernas cruzadas, las manos en la nuca, mirando el sol. No lagrimeaba. Sus ojos se mezclaban con el cielo. Y su risa de niño, transmitía risa y esa risa, nos unía. Nos regaló alas, volamos, nos mezclamos.
Comenzó a anochecer, salió la luna, enorme, brillante, sabia. Viajamos a ella, el conde perdió el boleto pero puedo viajar igual. Llegamos. Nos sentimos privilegiados. No sabíamos bien lo que teníamos q hacer. Pero todos junto a ella, decidimos ser.

Magio lalala